No todas las personas tienen la suerte de poder levantarse cada mañana a trabajar para hacer lo que les gusta. De hecho, la mayoría de la gente odia sus trabajos, hacen lo que tienen que hacer sin ningún empeño o pasión y solo sueñan con retirarse. Pero eso en verdad no es vivir. Si te dedicas a lo que de verdad amas, no sentirás que estás trabajando ni un solo día de tu vida y mucho menos querrás retirarte. Puedes estar activo y contento hasta que tú te lo propongas. Déjame darte siete buenos consejos para conseguirlo.
Cierra círculos.
Si sientes que no puedes hacer lo que te gusta porque hay cosas que aún tienes pendientes, termínalas o renuncia a ellas. Si se quedaron así es por algo.
Escribe tus objetivos.
Todos los tenemos, pero algo pasa cuando los ponemos por escrito. Nos hacemos más conscientes de lo que queremos y leerlos nos recuerda que debemos seguir luchando por ellos.
No dejes que tu edad te limite.
Muchos renuncian a sus sueños porque creen que son demasiado viejos como para estudiar, tener un negocio propio o hacer cualquier otra cosa. Esto no tiene porque ser así.
Fíjate metas pequeñas para alcanzar una más grande.
Es la manera más sencilla de ser constante y ver un progreso real, hacer pequeñas acciones que te permitan acercarte a lo que quieres.
Alcanza una meta a la vez.
Quizá tengas más de un sueño, pero piensa que lo emocionante de la vida es lograr poco a poco todos lo que nos proponemos y disfrutar del proceso.
Pregúntate si lo que haces puede marcar una diferencia.
Toda acción puede tener un impacto en la vida de otros, por más pequeño que sea y que mejor que sea positivo.
Pero sobre todo….Cree en ti.
Es todo lo que necesitas para ganarte la vida con felicidad.
Si laboras o te ganas la vida en lo que te gusta o apasiona entonces no es trabajo y disfrutarás el hacerlo!
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